sábado, 6 de septiembre de 2008

El Hombre del Saco


No hay nada como quedarse sola en casa... por la noche, cuando todos los muebles crujen, escuchas los pasos de las personas que deambulan ebrias por la calle "a las tantas"... y esperas, con la cabeza medio tapada entre las sábanas de Spiderman, la visita del tan conocido "Hombre del saco". El "Hombre del saco", es un hombre, peculiar... con un saco, claro, de ahí "El Hombre del saco", pero... ¿realmente su profesión es cargar con un saco y asustar a la gente jodiéndole el sueño de la noche? Pues, para desengañaros a todos los que habéis sufrido este trauma infantil, voy a despellejar el mito y a contar cómo fue mi experiencia con él.

Fue anoche, justamente después de cenar con unos amigos por el centro de Madrid. El vino todavía circulaba en vena y estaba sola en casa. Entonces se me ocurrió desafiarle, sí, a él, al Hombre del Saco. LLamé a la puerta de mi armario, donde se esconde entre los vestidos y las chaquetas de entretiempo, y pregunté si estaba ocupado. Me dijo que en principio no, pero que luego más tarde, sí que tendría algunos asuntillos que zanjar por el barrio... no sabía que con mi perspicaz sentido de la comunicación, dejaría esos asuntos para jugar conmigo a una partida de ajedrez nocturna...

En fin, salió del armario (literalmente), le serví un chatillo de vino dulce, de León, por ejemplo, cuando sin decirle nada empezó a contarme que estaba cansado de su profesión. Que eso de asustar a niños no era rentable, porque luego toda la pasta se la llevaban los psicólogos infantiles... y no tan infantiles. El horario nocturno le estaba matando y por la mañana dejaba siempre sola a la pobre "Mujer del saco". Su relación estaba casi acabada. Ella esperaba cada verano esas vacaciones tan merecidas. Estaba tan cansada... de despedazar cadáveres de niños por el día, mientras su marido dormía plácidamente...

Fue una noche larga hasta que amaneció... ¿o ya había amanecido? En cualquier caso, acabamos con la botella y con algunas conclusiones. Entonces, el Hombre del saco supo que lo que siempre había querido era dedicarse a plantar árboles y hacer aviones de papel...

Terminamos en "Tabla" ¿no?... la partida, digo.

2 comentarios:

Mrs Jones dijo...

Claro, te pasas la noche con el hombre del saco y luego cuando intentas estudiar de día te preguntas por qué tienes sueño... :P

AD dijo...

Que va! Después le dí un repaso a los apuntes de historia del periodismo español... jejeje... con el Hombre del saco, claro... ya te queda menos para...